Los olmos son árboles majestuosos y, hasta la llegada de la enfermedad del olmo holandés, abundaron tanto en el campo como en las ciudades. hoy en día quedan pocos, pero en algunos lugares existen aun muchos setos arbustibos.
Dentro de la familia de los olmos se encuentran los “Ulmus Minor o Procera” o “negrillos”. Estos olmos "negrillos" que les presento, son algunos de los pocos, que todavía sobreviven en un pueblecito de la meseta castellana, en la provincia de Valladolid. Han resistido a la grafiosis, terrible enfermedad, que esta poniendo en peligro de extinción esta especie en toda Europa.
En este pueblecito, existían grandes olmeras, con olmos “negrillos” grandes, viejos, y con una fuerza que les hacia parecer inmortales, hasta que apareció la grafiosis, y estos viejos “negrillos” enfermaron, se debilitaron y desaparecieron; pero en este punto de la meseta castellana, no desaparecieron por completo y todavía sobreviven unos pocos., posiblemente debido al suelo, al clima o ha cualquier otro elemento, no es posible saberlo con exactitud, pero en todo caso, ahí están, brotando de la tierra como si quisieran volver a repoblar toda Europa.
Por todo lo que le ha pasado, y le sigue pasando al “negrillo”, no solo merece la pena tenerlo en bonsái, si no que es un orgullo y un lujo.
Tenerlo en bonsái, es tener una esencia de una especie que está en peligro de extinción.
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