Los abonos foliares se pulverizan sobre las hojas y sus nutrientes penetran hasta la savia. No se deben usar si existe riesgo de lluvia, pues el agua lo lava y se pierde. Tampoco debe ser utilizado si hay mucho sol o calor pues esto hace que las hojas sufran quemaduras.
La ventaja de un abono foliar es que se absorbe rápidamente y es metabolizado de inmediato, lográndose resultados rápidos y efectivos. Sin embargo estos se consideran como un complemento puesto que la principal fuente de alimento de una planta le debe venir vía raíces.
Resultan muy interesantes para aportar microelementos (Hierro, Manganeso, Cobre, etc.) ya que se precisan en muy pequeñas cantidades.
Para evitar "quemaduras" en hojas, se debe respetar la dosis indicada en el envase y como ya se ha mencionado no aplicarse nunca con el sol en todo lo alto.